Un proyecto de vida es un plan
personal a largo plazo que se piensa seguir a lo largo de los años. Muchas
personas fijan su proyecto de vida en base a una carrera universitaria, un
trabajo, una pareja, formar una familia.
El proyecto de vida es
pensado cuando se alcanza cierta madurez en la vida, sobre todo después de
los 20 años o incluso más. Como sabemos, la madurez no es algo que llegue a todos
en el mismo momento.
La idea que tengamos a futuro
sobre nuestra vida dependerá de dos cosas:
Educación: En primer lugar, depende de cómo nos hayan educado. Si
nuestros padres nunca nos empujaron a tener aspiraciones, no nos explicaron que
uno llega a ser grande de la mano de la educación y demás, no
habremos adquirido el impulso o la motivación necesarios para autosuperarnos y
nuestro proyecto de vida será totalmente plano.
Personalidad: En segundo lugar, depende de nuestra personalidad. Si
nosotros no queremos ser nadie, no nos interesa llegar a cumplir ciertos objetivos, un proyecto de vida
tendremos sí o sí, pero nada parecido a lo ideal.
Uno fija un proyecto porque
quiere lograr un objetivo, entonces deberá seguir ciertos pasos que
permitan alcanzarlo. Por ejemplo: Juan quiere ser un gran ingeniero,
graduándose con un buen promedio para luego poder trabajar en una empresa
importante. Lo que hará será estudiar para recibirse a tiempo, esforzarse para
sacar buenas calificaciones y luego ganar experiencia para así poder ingresar
más adelante a la empresa deseada.
Algunos valores esenciales que
ayudarán en el logro de los objetivos personales son respeto por la vida, por tus compañeros, por tu entorno,
por ti mismo, solidaridad para
con quienes la necesitan, honor ante todo, verdad siempre, lealtad para quienes
han estado siempre a tu lado, etcétera.
También es importante ver
qué conductas habría que mantener y cuáles cambiar para llegar a donde
queremos, ya que hay algunas que no van en paralelo a nuestro objetivo. Sigamos
con el ejemplo de Juan: dado que él quiere llegar a la cima con su carrera,
deberá ser muy estricto en su comportamiento. Si, en cambio, Juan decide tener
una conducta que le
aliviana la vida, como salir de copas con sus amigos cualquier día de la
semana, dormir hasta tarde, despreocuparse y esperar a que todo simplemente se
dé, nunca llegará a su meta.
Desde ya hay cuestiones que cambian en cuanto a lo espiritual o social, pero
nuestra esencia deberá mantenerse intacta siempre.
Pasos para lograr un proyecto de vida
Autoreflexión: En primer lugar, es necesario analizar nuestra
vida hoy (viendo qué queremos cambiar, qué dejaremos como está, etcétera),
nuestras verdaderas necesidades, fijar objetivos, pensar en metas que nos llevarán
a ellos, visualizar cómo lograrás todo aquello que quieres y no dejar de creer
en el poder de la imaginación: está probado que visualizar situaciones e ideas
nos ayuda a ser más positivos y, por lo tanto, a lograr llegar a eso.
Podrías armar un pequeño cartel donde grafiques o escribas
lo que quieres y colgarlo en un lugar donde lo veas a diario para poder
motivarte ¡No dejes de lado tus sueños y rodéate de gente que te apoye! En caso
contrario, sólo te tirará hacia atrás con tus sueños porque ellos no son malos,
pero no son capaces de apoyarte porque no piensan igual que tú o no quieren lo
mismo.
Optimismo y autoconfianza: Ser
optimista no siempre es fácil, pero si logramos cumplir con esta
característica nuestra vida será más fácil, ya que veremos siempre el lado
bueno de todas las cosas que nos ocurren, ¡y piensa en que a veces sólo habrá
cosas 100% buenas! Conseguir ser una persona optimista es una cuestión de
ejercitación diaria, no hay otra forma de ser optimista que mantenerse así día
a día.
La confianza en uno mismo puede verse afectada por situaciones
que hayamos atravesado y nos hayan traumatizado, pero al igual que el optimismo, es necesario ejercitarla para
lograrla. Comencemos un día a sentir confianza en lo que somos, a aceptar sobre
todo lo que somos y a partir de allí nos sentiremos distintos.
Paciencia: Por último, tenemos que entender que el proyecto de
vida es un proceso que
no se logrará de la noche a la mañana ni mucho menos, ya que como la
propia frase lo dice, es necesario atravesar la vida para ir logrando cada
objetivo. Lograr cada cosa que nos propongamos es cuestión de ser pacientes:
este trayecto no es para ansiosos.
La pirámide de las necesidades
que propone Maslow explica que cuando se superaron las necesidades
básicas, surgen otras necesidades. Con tu proyecto de vida deberías hacer lo
mismo: Cuando vayas logrando tus metas, deberías ponerte otras que sean un poco
más difíciles o que simplemente sean diferentes. Siguiendo con el ejemplo de
nuestro amigo Juan: cuando él consiga el trabajo en esa empresa deseada, su
siguiente objetivo será ascender dentro de ella y obtener un puesto directivo.
Quizás una vez que consiga eso pueda cambiar de empresa y aspirar a otro puesto
alto.
By: Cadena Hernández sulamita
López Hernández Sandra
Ochoa Rodríguez Isaura
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