Actualmente la educación ha
sufrido transformaciones y reformas en sus planes y programas, siendo más
exigentes para adentrarse a la nueva sociedad del conocimiento y donde
precisamente la educación exige estudiantes con competencias sólidas para su
ejecución. En este sentido, las escuelas de hoy no sólo preparan para culminar
un nivel educativo, sino además deben de preparar a sus estudiantes para el
futuro en el que se van a enfrentar de manera que, comprendan los problemas
actuales desde una perspectiva objetiva, implementando las competencias
adquiridas, por ello, los docentes deben estar actualizándose —en todos los
ámbitos— con la finalidad de cumplir los perfiles de egreso que se exigen.
La mayoría de los maestros fueron
educados bajo un modelo tradicional, y aunque en la actualidad se habla de
constructivismo, se sigue realizando una mezcla de constructivismo con
tradicionalismo, pero también está en los docentes la capacidad para realizar
cambios acordes a las nuevas reformas y acuerdos. Sin embargo, se debe prestar
mucha atención a la aplicación de estrategias y técnicas en el desarrollo de
las actividades diarias para el proceso de enseñanza-aprendizaje, tales como:
el trabajo colaborativo y no cooperativo —exclusivamente— la participación, el
involucramiento de la creatividad, motivación intrínseca, libertad de
expresión, uso y empleo de las TIC, análisis, investigación, involucramiento a
través de los proyectos y sobretodo ofrecer la confianza para crear ambientes
de aprendizaje, esto tal y como lo describe Dean
(1993).
El docente actual, debe estar
consciente de que pertenece a una sociedad del conocimiento que exige una
cantidad de competencias a desarrollar con los estudiantes para poder ampliar
las clases y actividades, logrando cambios precisos, como tener claro que son
un ejemplo a seguir, por lo que el trabajar y crear ambientes de aprendizajes
significativos augura un involucramiento y desarrollo de competencias dentro y
fuera de la escuela.
Hoy en día, ese desarrollo de
competencias va implícito en el trabajo que realizo día a día, porque más que
prepararme con cursos, diplomados, entre otros, es aterrizarlo en la práctica,
como docente esa profesionalización va inmersa cuando planeo al involucrar en
los contenidos actividades que sean retos, donde el estudiante empleé el
razonamiento para la construcción de un pensamiento complejo. Bajo esta
perspectiva y como ejemplo personal, he sido evaluada en permanencia como
maestra de grupo con el proyecto de enseñanza y de directora con el de gestión,
donde me percaté, que debemos tener claro las competencias del docente para
poder desempeñar un buen rol en grupo o dirección; por ello en estos proyectos
son importante la actualización constante, el trabajo entre pares, colaborativo
y la práctica docente.
Como docente, entrego cada semana
planeaciones y como directora también las pido, esto con la finalidad de
dosificar contenidos acordes al grupo, bloque y conocer que se trabajará en la
semana para tener un panorama de los aprendizajes esperados a cumplir y
precisamente esta elaboración de la planeación debe ser basada en las
competencias que debemos tener como docentes.
Además, es tarea del docente que
dentro de estos cambios inspiren y enlace contenidos hacia una visión compleja
que conlleva a una educación integral, considerando que la mejor manera de
transformar a la sociedad es, sin duda, a través de la formación, donde
construya una nueva forma de hacer teoría del conocimiento acorde a la nueva
educación, ciencia y filosofía que se requiere para transformar la sociedad con
el involucramiento de todos los actores de la educación.
En la práctica docente diaria,
los maestros deben implementar estrategias con actividades como por ejemplo: la
construcción de la competencia por proyectos, estudio de casos, por
transversalidad, por grupos de discusión, paneles, debates, proyectos
didácticos, de tal forma que las estrategias lo lleven a resolver y enfrentarse
a los problemas reales; que le permitan al estudiante vaya más allá de lo visto
en clase (meta cognición) para que su aprendizaje sea significativo, como
el uso organizadores gráficos, trabajo entre pares, auto evaluación, ya
que las actividades traen consigo un proceso de complejidad de acuerdo a las
etapas de desarrollo de los alumnos, por lo que se debe buscar lo mejor para
ellos, y eso será a través de los trabajos que desarrolle.
Cuando el docente esté consciente
de dichos cambios en la sociedad y educación, logrará una profesionalización y
maduración en la forma de actuar y de ser, ya que, muchas de las veces, se
enfocan exclusivamente en tratar contenidos del plan y programas, dejando a un
lado, el ser. En este mismo sentido, Arredondo
(1989) describe que el docente además de ser facilitador también funge
el papel de investigador, asesor y guía, señalando que debe indagar respectos
de los intereses de los alumnos, el contexto cultural, social y escolar,
factores importantes que dicha investigación o reconocimiento permitirá saber
que estrategias y/o técnicas se deben aplicar, logrando así que los alumnos
cumplan con los aprendizajes esperados.
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